martes, 13 de septiembre de 2011

UN PAIS EN LA RIÑONERA XXVI

Siempre me molestaba que mi mote o apodo fuera el preferido para que la gente llamara a sus mascotas, en especial los odiosos perros piraña de las abuelas, pero el tiempo me está compensando, ya solo veo bares y bodegas con mi nombre, ahora los perros se llaman Justin, Hugo, Lucas...

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