viernes, 22 de octubre de 2010

UN PAIS EN LA RIÑONERA VIII

¿Quien puede asegurar que el individuo de este monumento no necesitaba una tirita nasal para respirar mejor?
Seguro que entre los sindicalistas que le pegaron pegatinas había un especialista de esa materia. Desde ese día el monumento se ve más lustroso.

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