martes, 17 de febrero de 2009

IN SEGURIDAD

Ayer preparé mi visita a urgencias como un auténtico profesional, no al estilo gitano llevando a 30 familiares para cantar, bailar, ensuciar y liarla, sino como un profesional de urgencias de verdad.
Móvil cargado a tope, con juegos recién bajados, el audiolibro del quijote, 4 gigas de música y unos cascos; una libreta moleskine con su boli para ir haciendo unos bocetos de un encargo, dinero suelto para las máquinas de refrescos y merendolas, el periódico del día, ropa de abrigo mullida para hacer de almohada y calzado cómodo.

En 5 minutos me habían llamado para la 1 vista, sin tiempo a desplegar mi arsenal, al volver a la sala de espera empecé un solitario que no pude acabar porque me llamaron para la radiografía, solo quedaban los resultados así que me relajé y saqué el periódico los cascos el mp4, dinero suelto para un zumito cuando oh! sorpresa, oh! delirio, oh! mustios collados...
Sonó por el altavoz la voz de un ángel, Angel Pérez el celador, que decía: chiquidesign resultados en consulta 7. Echando a perder mi planificada tarde de lunes.

Y es que la seguridad social cuando quiere joder, jode de verdad.

2 comentarios:

c.e.t.i.n.a. dijo...

Pues yo debo tener muy mala suerte porque cada vez que voy a urgencias, como paciente, o como acompañante, me paso allí un mínimo de cuatro horas.

Malone dijo...

jaaa!ya está el payo quejándose.
mirame a mi,que no me dan casa y tenemos que ir a la risidencia que hay calefación!!