miércoles, 29 de septiembre de 2010

MEMORIA HISTRIÓNICA

Como la ley de la memoria histórica está medio funcionando, voy a decirle al ayuntamiento que le cambien el nombre a mi calle. Quiero que le quiten el nombre del afamado escritor (no pongo el nombre para que no vengais a esperarme a la puerta de casa con palos y antorchas) y le pongan un nombre que se asemeja mejor a su funcionalidad. Así mi calle debería llamarse "Calle de la gente que viene de fiesta y se despide a voces justo en esta esquinita".
Creo, sinceramente, que puede darle mucho juego a la ciudad, a programas tipo callejeros y traer mucho turismo al barrio y así, por lo menos, los vecinos sacamos provecho de nuestro insomnio.

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