jueves, 7 de abril de 2011

VIVIENDO ENTRE NINJAS VIII

El ninja más viejo, antes era una personal semi-normal (dudas sobre el tema a Sergio), una de sus características era que se hacía unas ollas de ensaladilla rusa como para dar de comer a los 300 invitados de una boda. Esas olla desaparecían horas después de verlas cocinadas.
Con el paso del tiempo y su conversión a ninja tuvo que dejar de un lado esa tradición semana santera de hincharse a ensaladilla optando por comida ligera que le capacitara para escalar edificios de siete plantas, pero como tal vez sea un ninja cofrade o le vengan recuerdos de su juventud humana ha vuelto a sus queridas ollas de ensaladilla, pero como buen ninja ahora no se la jala del tirón sino que monta 4 tuper y ya está la semana echada.
Os podéis imaginar las horas a las que hace la ensaladilla, anoche desvelado fui al baño y oh sorpresa!! O estaba descuartizando a un villano o cortando pimiento morrón en cantidades industriales a las 2 de la mañana. 

2 comentarios:

Sergio dijo...

Soy ese Sergio y doy fé de las ensaladillas...Aún recuerdo esa manera gaudí de hacerlas: pimientito, atuncito, aceitunita y un par de kilos de patatas y mucho cariño. Por cierto, ha vuelto a hacer la olla de espaguetis con un par de botes de tomate Fruco... Saludos bacalhadeiros!!!!

chiquidesign dijo...

no compi, los espaguetis pasaron a la historia, ahora le ha dado por el fiambre y tiene el frigo como cuando haciamos bocatas en mi cumple para todo el barrio.