Lo primero que te encuentras después de 2 meses fuera de casa es una nevera vacía, una casa que huele a cerrada, la triple llave echada y las mil ventanas cerradas.
Después de un día de lavadoras, andar semi desnudo por la casa, hablar a voces por el teléfono, dormir con la puerta abierta y rascarte los huevos en sitios impensables, esta mañana a las 8:30 he oído la cisterna de la casa y como una puerta cerraba rápidamente.
Si, compañeros, el ninja supremo ya estaba aquí, no quiero ni pensar el mes de agosto que se habrá metido...
jueves, 1 de septiembre de 2011
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