Dormía, y durmiendo alguien me acunaba, estaba en el más profundo de los sueños y la sensación de estar en una hamaca me daba tanto relax que no quería despertar. Relax que se vio turbado por un grito vecinal. Mi bonito sueño acabó de repente a las 6:45 AM y total, por un simple
terremoto de 3,7 con epicentro en Huelma. Y es que los sueños sueños son.
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